18 nov 2010

Si me dan a elegir

Si me dan a elegir, elijo un viernes
a la hora que las sombras se alargan
áspera piel de la naturaleza
pleno otoño
y como dice Borges
"cielo hasta decir basta".
Que sea de repente,
con un tímido anuncio
apenas
para derramar unos silencios,
esos que no encontraron oídos.
Deseo que el camino se prolongue
que pisadas flamantes lo bifurquen
no cuentan más los míos que otros pasos
pero mi vanidad (triste defecto)
salta del equipaje
resistiéndose a la despedida.
Que sea en una esquina de mi patio
tomando vino tinto Don William
"...feliz de mí, que amando soy amado
y ni cambiar, ni ser cambiado puedo".
Algo para agregar
elijo un sueño
ninguno en especial,
no importa que el instante
me despegue soñando
aún más
preferiría llevármelo
apretado en el puño
y sólo por las dudas
de que en aquél espacio
no haya cosas creadas.
Si me dan a elegir, elijo un viernes.

Ana María López Romano

17 nov 2010

Accidente pictórico – Sergio Gaut vel Hartman



Era el único ladrón de cuadros auténtico, el único verdadero, capaz de meterse en las grandes obras para robar faisanes, mandolinas, cartas y hasta sonrisas. Lo malo es que pocas veces encontraba cosas valiosas y demasiadas se perdía en los desconcertantes paisajes de los cuadros de Dalí o Van Gogh, cuando no quedaba enganchado en las aristas de los Picassos o los Duchamps. Sin embargo, lo peor de todo ocurrió el día en que se le dio por meterse en un Kandinsky. Convertido en un punto sobre el plano, fue perseguido por una jauría de triángulos y rombos que le dieron alcance y lo devoraron sin piedad.


http://grupoheliconia.blogspot.com/2010/11/sergio-gaut-vel-hartman.html

14 nov 2010

POEMA


Quién escribe –qué escribe –qué posición adopta
su hombro izquierdo –su codo –su mano derecha.
La mente concibe cielos retorcidos –manteles como
maromas –inviernos como extensiones en blanco,
lenguas como delirios entre dientes –saludos como
huellas que se van adelgazando según el momento
del día en que se ha dicho buenos días –buenas tardes,
buenas noches. –Toda cosa concebida por la mente,
desaparece –Aparece –en cambio –lo que los sentidos,
uno a uno y en conjunto –presentan a la mesa
del intelecto para que selecciones los créditos
que permiten comprar –combinar –y desechar.
La autopsia corta el cuerpo en forma de “y griega”.
El oído no distingue la cisura de la muerte.
La mano anota un gesto de obediencia –una nota
de música clásica –el sabor del té hirviendo,
un corazón vacío de puentes –pero lleno de caminos
            que a ninguna parte conducen

Daniel Mastroberardino