14 nov 2010

POEMA


Quién escribe –qué escribe –qué posición adopta
su hombro izquierdo –su codo –su mano derecha.
La mente concibe cielos retorcidos –manteles como
maromas –inviernos como extensiones en blanco,
lenguas como delirios entre dientes –saludos como
huellas que se van adelgazando según el momento
del día en que se ha dicho buenos días –buenas tardes,
buenas noches. –Toda cosa concebida por la mente,
desaparece –Aparece –en cambio –lo que los sentidos,
uno a uno y en conjunto –presentan a la mesa
del intelecto para que selecciones los créditos
que permiten comprar –combinar –y desechar.
La autopsia corta el cuerpo en forma de “y griega”.
El oído no distingue la cisura de la muerte.
La mano anota un gesto de obediencia –una nota
de música clásica –el sabor del té hirviendo,
un corazón vacío de puentes –pero lleno de caminos
            que a ninguna parte conducen

Daniel Mastroberardino

1 comentario:

Cristina Stoppello dijo...

Maravilloso, Daniel, como todos tus escritos.